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Estación Rio Cuarto

Entrevista con Héctor Gerardo Mejías Méndez, cédula 2-358 021, y Eliécer Guevara Mora, cédula 1 428 177, y Danilo Rojas Castro, cédula 2 324 867, y Miguel Barrantes, cédula 2-339 203, y José Rafael Bravo Pérez, cédula 5 190 141, Dinia María Rojas Sibaja, cédula 2 590 197, Jeannethe Rojas Leiva, 1-904 0564, Herbert Mauricio Rojas Díaz, cédula 2-605-860, 10 de diciembre de 2011

La posibilidad de abrir una estación se dio al llegar Herman Serrano Pinto en el 2004 y dar luz verde diciendo que, si se quería una Estación de Bomberos en la comunidad, se tenía que empezar por conseguir una donación de un lote, y que este contara con los planos respectivos y diseño de un edificio.

Se convocó a una reunión en la escuela de la localidad, para explicarle al pueblo lo que se quería y como se debía realizar, fue ahí cuando uno de los participantes, Fernando Jiménez, tuvo la disposición de donar el lote.

A este lote se le realizaron los planos requeridos, y así también el diseño propuesto, este proceso generó un gasto de ¢600.000. Una vez realizados, Don Herman recibió los planos en el salón parroquial de la comunidad, firmando de una vez la escritura y demás. Don Herman Serrano se retiró días después y el proyecto quedó en segundo plano.

Fue hasta en el 2008 que la Asociación recibió una invitación por parte del INS, señalando la posibilidad de que Río Cuarto fuese tomado en cuenta para la construcción de una Estación de Bomberos.

La Asociación se reactivó y decidieron volver a trabajar en esto, después de tener el proyecto archivado. Contactaron a José Rafael Bravo, quien invitó a 30 personas, las cuales no asistieron. Más adelante hubo un grupo de 8 personas que se reunieron para tratar asuntos sobre la construcción de aceras del Barrio del Carmen a Río Cuarto, se aprovecha esa ocasión para decirles de la posibilidad de formar un Comité para Bomberos en Río Cuarto, 7 de esos 8 participantes, estaban anuentes a comenzar ese nuevo proyecto, días después se formó el Comité de Bomberos de Río Cuarto.

Con el permiso de la Asociación se comenzó por limpiar el terreno, y limpiar el galerón. De esos siete estábamos nosotros, Jesús ingreso al Comité como presidente pero por asuntos personales tuvo que retirarse y en su lugar lo asumió José Bravo.

La primera reunión fue el 11 de setiembre del 2007, se acordó que las reuniones se realizarían los sábados cada 8 días.

El galerón se empezó a construir, hubo donaciones de madera y se consiguió varilla. Al empezar no se contaba con dinero, así que se realizaban actividades para recoger fondos, las empresas donaban dinero, se hacían rifas, bingos, ventas de comida, subastas; en las cuales, el ganadero de donaciones. Río Cuarto y comunidades aledañas ayudaron con esta labor. Hubo personas inescrupulosas que trataron de robar lo que con tanto esfuerzo se logró recaudar, sólo pudieron llevarse un televisor destinado para la Estación.

A finales de octubre encargaron a Danilo Rojas para hacer nuevamente un contacto con el INS. En ese momento con la primera persona que hace contacto es con Luis Salas, quien le menciona la cercanía de trabajo con don Héctor Chaves, entonces se informó acerca del deseo de visitar la zona para valorar la posibilidad. A mediados de octubre visitó don Héctor Chaves y se reunió con el Comité en la Urbanización Las Maravillas, el quedo a gusto con el lote y salió muy contento, todo eso fue ayudando. Encargó para ver si se podía ingresar en ese mes de Octubre la Estación en los gastos del 2009. Se contactó a Luis para que nos ayudara con esto y a mediados de noviembre informa que ya se había ingresado el presupuesto para el 2009, esto fue un gran paso.

El grupo siguió trabajando porque económicamente estaba mal, se continuaban con la venta comidas y frescos para recaudar fondos. Surgió la idea de que nos donaran una novilla para rifarla, y fue don Alfredo Otoya quien nos donó la primera, se vendieron a ¢5.000 cada número. Se logró vender todos los números y se recaudó ¢500.000, el señor que ganó esta novilla, sugirió que porque no se le daba ¢100.000 y él daba la novilla para volverla a rifar, y así generar más ingreso, se rifo nuevamente y se recaudó nuevamente ¢500.000, dejando así ¢1.000.000 de ganancia.

En muchas ocasiones se quedaban los premios de las rifas en el talonario y se volvían a rifar.

Se siguió insistiendo con Luis Salas, en febrero visitaron la comunidad y dieron la tarea de conseguir un local para meter el camión de bomberos. La Asociación de Mujeres a través de la Asociación de Desarrollo nos donaron el galerón, y entonces se empezó a echar mano provisionalmente a los trabajos necesarios.

En mayo de 2009 hubo una reunión en el galerón y luego hicieron otra visita, en la cual salió a relucir que La Fortuna estaba interesada en recibir el camión que se había asignado para nuestra estación.

Surgió otro problema cuando informaron que no podía existir una Estación de Bomberos en Río Cuarto, sin un grupo de voluntarios. En ese momento Danilo Rojas se contactó con Warner Rodríguez, se le explicó el problema y se empezó a formar un grupo de voluntarios, y Warner hizo la primera visita en el salón con 20 voluntarios. Se hizo un contacto con Sarchí para que nos ayudaran con la inducción. Gilberto Cascante fue el encargado de la inducción de ese primer grupo. Pero el grupo fue bajando hasta que eran sólo 7 u 8 y fue necesario llamar la atención del pueblo para reactivar el grupo.

Existían varios problemas, dentro de ellos que la Asociación no nos daba la llave para abrir el salón, ya que se hacía un esfuerzo por parte de los instructores de Sarchí y a veces los muchachos de acá no llegaban y tampoco teníamos cosas que ofrecerles.

Luego de que se dieron cuenta que había acá un grupo de voluntarios en el mes de octubre informaron que la Junta Directiva del INS aprobó la Estación de Bomberos de Río Cuarto. El 23 de diciembre del 2009, vino Luis Salas y otro compañero a hacer entrega del documento oficial de esa aprobación, pero se nos presentaba otro problema.

Un mes antes de que se abriera la estación enviaron a un inspector, Melvin Calderón, y notó que no había mesas, cocina, cama ni ninguna clase de inmobiliario, hizo una observación de que, si no se contaba con esto, el proceso iba a durar más. Entre las cosas que solicitaron para la estación, estaba el colocar malla para que la gente no ingresara sin la debida autorización, hubo que ampliar el espacio para la máquina, se hicieron cuartos. Se aportó también mano de obra para la construcción de lo que le hacía falta a la estación. La comunidad de Venecia mostró mucho apoyo, la gente de las tiendas ayudó con bastantes recursos.

Se recibió apoyo de San José, cuando incluso se tenía ganas de renunciar impulsaron y alentaron para que este proyecto continuará.

Se siguió dando la lucha y fue así, como el 6 de febrero del 2010, llegó a la comunidad la unidad M-66, una Ford 7000, año 1976, la cual contaba con un sistema de bombeo de 1250 gpm y un tanque de agua con capacidad de 800 galones, y la presencia de 4 bomberos permanentes y 8 bomberos voluntarios con los cuales se iba a trabajar y se empezó lo que ahora somos: Estación de Bomberos de Río Cuarto.

Rio Cuarto

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