Estación Limón
El nacimiento de la Estación de Bomberos de Limón data de los años treinta. Según los relatos de los exbomberos, en Limón se presentaban incendios que eran extinguidos por el pueblo con la ayuda de baldes y mangueras. Pero debido al incendio de la residencia del Obispo Bolgarden, donde este sufrió quemaduras que lo llevaron a la muerte, se emprende la labor de buscar en el pueblo de personas voluntarias para formar parte del Cuerpo de Bomberos.
Estos primeros esfuerzos se ven alentados por la ayuda que ofrece la Northern, asignando como lugar una bodega para la primera estación -hoy Talleres de INCOFER-.
Según relatos, se usaba una carreta jalada por un burro, con un cilindro en el centro de la misma que contenía agua y ácido, los cuales salían a presión, donada por la Northern.
Además, la Northern prestaba un hidrante y luego se colocaron más hidrantes en el pueblo: Bomba de Marroquín, Mercado Viejo y la Oca Loca, estos hidrantes eran altos y de una sola salida. Tiempo después llegó la primera ambulancia donada por el pueblo, esta ambulancia se guardaba en la Estación de Bomberos.
Al inicio, para comunicar un incidente, los ciudadanos llegaban directamente a la estación a avisar, luego se adquiere una sirena para solicitar la asistencia de bomberos voluntarios en las emergencias, tomando la idea de la sirena utilizada por la Northern para avisar a sus empleados la hora de entrada, el almuerzo y la salida. Los voluntarios se desplazaban a las emergencias en bicicletas.
La primera máquina de bomberos de Limón fue la M-02, la cual se adquiere por la cooperación entre el pueblo y el Banco Nacional de Seguros, actualmente INS.
Solo se contaba con un bombero permanente y 25 voluntarios. El uniforme era de color verde y el traje de gala era color café, los cascos color negro, las fatigas eran grises, rojas y anaranjadas.
Para mantener la buena condición física tanto de bomberos permanentes y voluntarios, se realizaban prácticas, las cuales eran a las 4:00 a.m. y a las 6:00 p.m. en el campo de aterrizaje donde estaban ubicadas las avionetas de Manolly, en los estadios Juan Gobán y en el Big Boy. Se relata que los voluntarios empezaban a llegar desde las 3:00 a.m. para estar de primeros y coger la primera manguera, la cual tenían que desenrollar y así sucesivamente conforme iban llegando.
La estación se traslada por la necesidad de expansión de la infraestructura del edificio y expansión de la provincia; además el personal ya estaba hacinado y las demás áreas como la sala de unidades, los cuartos del personal, el comedor, los baños y sin dejar de lado el mismo casco central de la ciudad de Limón. También para brindarle más equipamiento a la estación y con esto brindarle mejor cobertura a nuestra ciudad.
Las nuevas instalaciones cuentan con las siguientes características: sala de unidades cuenta con un área 972 cuadrados, en donde podemos tener 12 unidades, contamos una sala de TV cómoda, una cocina amplia donde pueden estar 10 bomberos cómodamente cenando, un cuarto para damas que entes no existía, un salón dormitorio para los permanentes muy amplio capacitado para 20 bomberos, el área de la ubicación es de 10000 mts en donde se hace el acondicionamiento físico sin salir de nuestras instalaciones; del lavado de las unidades, existe una zona amplia para ello sin exponer a los bomberos al tránsito vehicular como lo era en el centro de la ciudad, además de los 10 mil metros, existen otros 20 mil metros más que están para los futuros proyectos del Cuerpo de Bomberos en beneficio de la ciudad de Limón.
La nueva estación se inauguró el 08 de diciembre del 2018, donde participaron miembros del Consejo Directivo, jefaturas, entre otros.
